miércoles, 28 de octubre de 2020

27 OCTUBRE: DÍA DEL TDAH EN ESPAÑA

 27 de octubre es el día que en España se ha elegido para llamar la atención sobre la problemática que sufren las personas con TDAH, especialmente cuando son estudiantes. Este trastorno del neurodesarrollo, cuyas siglas significan Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, es uno de los más frecuentes en nuestras aulas y según diferentes investigaciones, pueden suponer entre el 5% y 7% de la población escolar. 

A pesar de todo lo que hay escrito e investigado sobre este trastorno, sigue siendo bastante desconocido más allá de sus siglas. El objetivo de esta entrada, no es realizar una exposición pormenorizada, sino acercar al profesorado, de manera breve y concisa, información para conocer qué es el TDAH, cuáles son las dificultades a las que tienen que enfrentarse niños y niñas con TDAH y qué respuesta educativa podemos darles los docentes para ayudarles.


¿Qué es el TDAH?

Es un trastorno del neurodesarrollo que puede tener múltiples causas, desde factores psicosociales a factores biológicos, entre ellos una producción insuficiente de algunos neurotransmisores. Los neurotransmisores, son sustancias químicas que sirven para conectar adecuadamente las neuronas y por tanto, regular adecuadamente el funcionamiento de nuestro cerebro. También puede tener un porcentaje elevado de heredabilidad y en muchos casos, puede aparecer con otro tipo de trastornos.

Los niños y niñas (aunque afecta en un porcentaje más elevado a niños) con TDAH tienen dificultades para mantener la atención y pueden presentar impulsividad e hiperactividad. Además, los síntomas pueden variar con la edad. 

Tienen probemas para planificar adecuadamente las acciones necesarias para llevar a cabo una tarea. Esto explica muchos de los malos entendidos que se producen con estos niños. Aunque su capacidad cognitiva no difiere de la de la población general, es decir, NO hay relación entre el cociente intelectual y el TDAH, suelen actuar de manera precipitada, lo cual repercute negativamente en todos los contextos en los que el niño o adolescente se desenvuelve.

¿Qué dificultades tienen?

Mayoritariamente el alumnado con TDAH, presenta dificultades en las funciones ejecutivas. Las Funciones Ejecutivas son un conjunto de habilidades que nos permiten establecer metas, anticipar consecuencias, diseñar planes, monitorizar nuestras conductas, organizar nuestro tiempo, etc, en definitiva, contribuyen a auto regularnos y a desarrollar habilidades socioemocionales.
Sus mayores dificultades en las funciones ejecutivas suelen estar relacionadas con: 

Atención flexible o flexibilidad cognitiva, que nos permite pasar de una tarea a otra o cambiar de planes cuando la situación lo requiera. La flexibilidad cognitiva implica dos procesos: el primero es frenar la respuesta y/o actividad y el segundo, la habilidad para ejecutar una respuesta alternativa más adecuada a la demanda del entorno. Las respuestas que suelen dar los estudiantes afectados por TDAH reflejan un fallo en estos dos procesos.

Memoria operativa o memoria de trabajo, capacidad de recordar y utilizar información importante. Nos permite almacenar esa información para cuando la necesitemos. En consecuencia, el niño con TDAH es menos capaz de aprender por imitación o de utilizar información almacenada en el pasado para resolver problemas presentes. Por ejemplo, puede saberse las reglas de ortografía de memoria, pero seguir escribiendo con faltas.  Además, todo aquello relacionado con el tiempo como la organización, la percepción del paso del tiempo, etc. también queda alterado.

Control inhibitorio: capacidad de parar y pensar antes de actuar. Nos ayuda a resistir los impulsos y nos mantiene en la tarea que estamos haciendo y a establecer metas y llevarlas a cabo. Este es uno de los motivos por los que muchos niños con TDAH les cuesta terminar las tareas, inician una, pero pasan a otra, o su conciencia del tiempo o de lo que van a emplear en realizar una actividad no se ajusta a la realidad.

Lenguaje interno: el lenguaje tiene una función pragmática o reguladora, es decir, nos ayuda a autodirigirnos. Podríamos decir que es la "voz interna de nuestro cerebro" que nos ayuda a regular y dirigir nuestro comportamiento "dándonos indicaciones". Este diálogo interno, la mayor parte del tiempo, lo hacemos inconscientemente. Así el lenguaje es un instrumento del pensamiento y del control metacognitivo. Los niños con TDAH tienen muchas dificultades para regular este diálogo interno.

Todo ello suele llevar aparejados problemas en la regulación emocional. En definitiva, las funciones ejecutivas, ayudan a los estudiantes a aprender y tener éxito académico: resolver problemas, seguir instrucciones, leer, resolver conflictos...etc Estas habilidades son necesarias todos los días y durante toda la vida, por eso es tan importante adquirirlas en la infancia y/o trabajarlas para desarrollarlas y mejorarlas.
Así, solemos escuchar expresiones del tipo: "se distrae mucho y no atiende", "siempre entrega los trabajos tarde", "es muy desorganizado", "no para quieto en la silla", "es muy vago", "no respeta las normas", o manifestaciones similares. 
Comprender una lectura, hacer los deberes, tomar notas, planificar un proyecto a largo plazo o estudiar para un examen requiere integrar y organizar múltiples subprocesos simultáneamente y cambiar de estrategias frecuentemente. El éxito académico depende de la capacidad para planificar el tiempo, organizar y priorizar la información, separar las principales ideas de los detalles secundarios y monitorear el progreso (Meltzer, 2007).
Estos déficits en las funciones ejecutivas aparecen resumidos en la infografía de la Fundación Cadah.

Otras consecuencias que puede acarrear el TDAH están relacionadas con:
  • Bajo rendimiento escolar, escasos logros académicos y rechazo social. Las relaciones con los compañeros muchas veces están afectadas por el rechazo, o las burlas hacia el individuo con TDAH.
  • La dedicación insuficiente o variable a las tareas que requieren esfuerzo sostenido son interpretadas muchas veces como pereza, irresponsabilidad o falta de cooperación. Las relaciones familiares pueden caracterizarse por la discordia y las interacciones negativas.
  • Los niños con TDAH tienen significativamente más probabilidades que otros niños de desarrollar un trastorno de conducta en la adolescencia y un trastorno de personalidad en la edad adulta; en consecuencia aumentan las posibilidades de consumo de sustancias y de incurrir en conductas delictivas.
¿Cómo podemos ayudarles en clase?

No todos los niños que tienen TDAH presentan necesidades específicas de apoyo educativo (neae), pero en muchos casos, es necesaria una intervención multimodal (socio-familiar, terapéutica y educativa). 
En el ámbito educativo resulta imprescindible la coordinación del Equipo Educativo y aunque cada caso requerirá de orientaciones individuales, de manera general, se deben de tener en cuenta como actuaciones y pautas básicas las siguientes:
  • Favorecer su integración en el grupo de iguales
  • Diseñar programas individuales con objetivos específicos para regular su conducta.
  • Comprenderle y ayudarle, tener una relación positiva entre el alumno y el profesorado.
  • Hacerle participar en clase.
  • Acercarse a su mesa habitualmente y supervisarle con frecuencia.
  • Sacarles a la pizarra para conseguir mantener mejor su atención.
  • Fragmentarle la tarea
  • Captar su atención buscando estrategias mediante el contacto físico y visual.
  • Anticipar y prevenir situaciones que puedan presentar problemas.
  • Supervisar de manera especial en los exámenes, darles más tiempo y realizarlos orales si lo requiriese.
  • Asignación de los deberes y tareas en un formato simple y claro.
  • Realizar periódicamente entrevistas individuales con el alumno, de seguimiento y motivación de su trabajo.
  • Sentarle en un lugar lejos de distracciones.
  • Desde cada materia, establecer pautas y rutinas de trabajo claras.
  • Hacerle preguntas, para cerciorarnos de que ha comprendido.
  • Negociar unas normas y sus consecuencias.
  • Dar refuerzo positivo con alta frecuencia. 
  • Es muy importante ser consistente, es decir, aplicar las estrategias que definamos en todos los contextos. Aquí será muy importante el acuerdo de todo el Equipo Educativo.
  • Ver resumen de pautas en la infografía.

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