Iniciamos el curso más extraño, más excepcional y más atípico de todos cuantos hemos vivido. La pandemia ha cambiado nuestras vidas y nuestra manera de relacionarnos, especialmente en el ámbito educativo. Las restricciones de distancia social, de medidas higiénico-sanitarias... harán que las relaciones entre todas las personas de la comunidad educativa (relaciones entre alumnos, relaciones entre el profesorado, entre profesorado y alumnado, con las familias, con el resto del personal del centro) sean inusualmente "asépticas" y "desinfectadas". Sin embargo, no queremos perder el afecto con toda esa parafernalia en la que va a desarrollarse la vida escolar (mascarillas, lavado de manos, distancia, prohibición de compartir objetos, etc etc)